"Cuelgues" y paradas súbitas en portátiles.

Esta es prácticamente la avería más común y que puede provocar serios daños en partes vitales del portátil como el procesador o el chipset gráfico. Muchas veces no tenemos en cuenta que el equipo necesita refrigerarse convenientemente y lo colocamos en la mesa sobre el mantel o sobre la ropa de cama, provocando así que no circule el aire por los disipadores y que ese sobrecalentamiento apague súbitamente el equipo en el mejor de los casos.

De vez en cuando conviene revisar si están sucios el ventilador o las rejillas y limpiarlos con un píncelito y el aspirador. Dependiendo del modelo de portátil a veces es fácil acceder a desmontar el sistema de refrigeración del procesador y cambiar la pasta disipadora que con el tiempo acaba resecándose. Estos pequeños detalles influyen enormemente en el correcto funcionamiento del equipo y alargan la vida del mismo.